SER JOVEN Y CALLARSE ES UNA CONTRADICCIÓN
“Ser joven implica, por definición, rebeldía, pasión y ganas de transformar el mundo. Sin embargo, en la actualidad, hay una tendencia preocupante: la apatía”
ACTIVISMO Y PARTICIPACIÓN
Ruddy Cruz Garcia


¿Cómo callarse siendo joven? Personalmente estoy cansado de todas estas injusticias hacia jóvenes como tú, como él, como ellxs, como YO.
Nosotros estamos en una época de rebeldía y cuestionamiento, tenemos la obligación de sentir la necesidad de hacernos oír, que nuestras capacidades no las limitan por nuestra edad, forma de vestir o por la música que escuchamos. No me hace menos inteligente escuchar música donde expresamos la liberación sexual, el desenfreno y libertad social.
Ser joven implica, por definición, rebeldía, pasión y ganas de transformar el mundo. A lo largo de la historia, han sido las voces juveniles las que han impulsado revoluciones, han luchado por los derechos humanos y han promovido avances en la ciencia, la cultura y la política. Desde los estudiantes que desafiaron regímenes autoritarios hasta los movimientos juveniles que han exigido acción climática, la juventud ha demostrado que el silencio no es una opción cuando hay causas que merecen ser defendidas.
Sin embargo, en la actualidad, hay una tendencia preocupante: la apatía. Muchos jóvenes sienten que sus voces no serán escuchadas, que no pueden cambiar nada o que simplemente no vale la pena intentarlo. Esta resignación es peligrosa, porque si los jóvenes no hablamos, otros lo harán por ellos. Y esos otros pueden ser quienes busquen mantener el status, quienes no quieren que las cosas cambien, o quienes defienden intereses que van en contra del bien común.
No nos dejemos llevar por los comentarios hacia nuestra edad, falta de experiencia o desatinado vocabulario; somos mucho más nobles que algunas personas con traje y corbata. Yo con el cabello de colores, perforaciones y Converse rotos, sigo sintiendo impotencia donde al llegar a solicitar empleo, me miran mal, murmuran sobre mí y mi mochila con pines y un llavero de Hello Kitty para terminar diciendo “Nosotros te llamamos” y que nunca llegue esa llamada. ¿Y cuál es mi meta en la vida? Mi meta es no llegar a los 40 con la amargura de haber arruinado mi vida en un trabajo que odio porque fui forzado a elegir una carrera a los 18 años.
Escuchemos, pero también seamos escuchados, veamos, pero también hagámonos ver, el día que todos puedan ser jóvenes de mente y de corazón, se acabará la desigualdad social, la pobreza y las guerras. Quejémonos, hagamos ruido y hagamos de nuestra vida un papalote, porque como dijo Salvador Allende
“SER JOVEN Y NO SER REVOLUCIONARIO ES UNA CONTRADICCION HASTA BIOLOGICA; PERO IR AVANZANDO EN LOS CAMINOS DE LA VIDA Y MANTENERSE COMO REVOLUCIONARIO, EN UNA SOCIEDAD BURGUESA, ES DIFÍCIL”