La justicia en mano de las nuevas generaciones
A través de la historia podemos apreciar que las juventudes son uno de los pilares más fuertes en cambios sociales.
ACTIVISMO Y PARTICIPACIÓN
Luis Cardolfo Chagoya Suárez


A través de los años he escuchado que los jóvenes son el futuro de la sociedad mexicana, sin embargo, estoy en desacuerdo con tal dicho.
Lo anterior es así porque estoy fielmente convencido de que los jóvenes son el presente de México.
A lo largo de la historia podemos apreciar que las juventudes son uno de los pilares más fuertes en cambios sociales, algunos de los grandes ejemplos de juventudes que han hecho un cambio social son el de 1968, el 1977 y el caso de Malala Yousafzai, entre otros, lo que evidencia que son los jóvenes quienes logran un cambio y rompen con todo esquema y patrón social.
Actualmente como joven y en el área que me especializo –siendo secretario proyectista de Juzgado–, soy quien se encarga de proponer soluciones de los asuntos que nos llegan al Juzgado, y he observado que son las juventudes quienes están rompiendo con el movimiento cuadrado de impartición de justicia, donde dejan de un lado la aplicación estricta de la norma, y a su vez, hacen acciones importantes, mencionando dos de estas.
La primera de ellas es que desde sus trincheras (ámbito estudiantil o espacio de trabajo) no observan la norma de una forma rigurosa, más bien la interpretan en el marco jurídico nacional e internacional lo cual se ve reflejado en sus proyectos que realizan o bien en sus demandas y/o escritos que promueven ante los juzgados.
La segunda cosa importante que hacen los jóvenes hoy en día es dar a conocer los derechos que tienen las personas, a través de los diversos programas y proyectos sociales que implementan, generando así una autenticidad institucional y justicia restaurativa.
Por otra parte, uno de los retos que tienen las juventudes hoy en día es precisamente al salir de la universidad y enfrentarse en todos los ámbitos con las personas que llevan años siendo profesionistas del derecho.
No obstante, como he dicho en líneas anteriores, las juventudes son quienes han roto esquemas siempre y en el marco legal no es la excepción, pues efectivamente, los jóvenes profesionistas en derecho son los que tienen el deseo de aplicar bien la ley, en hacer una justicia más restaurativa y en promover los derechos de las personas y esto se puede ver reflejado en distintos proyectos de las juventudes; en el Estado de Oaxaca –de donde soy oriundo–, he observado como proyectos de jóvenes han revolucionado el derecho y a la sociedad, pues todos los jóvenes tienen el ímpetu de hacer bien las cosas para nuestra entidad y cambiar lo que generaciones pasadas dejaron.
Como dicen por ahí: ser joven no es sinónimo de ser bruto, más bien de ser inexperto, pero no estoy del todo de acuerdo; te das cuenta de muchas situaciones a las que te enfrentas en realidad saliendo de la carrera, principalmente cuando empiezas a confrontar a los que ya tienen años de experiencia haciendo lo mismo, y tú, como recién egresado, sales y tienes que ingeniártelas para ganar un asunto o sobresalir con el resto de abogados que te llevan años de experiencia, y es ahí donde empieza la verdadera carrera.
En efecto, los jóvenes abogados –y no solo los que tenemos esta profesión– nos vemos en ese gran reto, pero aprecio que tal circunstancia es superada con las innovaciones y energía de los jóvenes, cambiando las mentalidades de los que están por delante de nosotros, mostrándoles la verdadera capacidad que podemos llegar a alcanzar a nuestra corta edad.
Además, me atrevo a decir que la mayoría de los jóvenes estamos hartos de las injusticias que azotan al país y de lo dañado que lo han dejado las generaciones pasadas que se corrompieron por su ambición al poder; hay una frase que dice “tiempos difíciles crean hombres fuertes”.
Hoy en día nos encontramos en tiempos difíciles, lo que está llevando a la creación de juventudes fuertes, juventudes que se preocupan por hacer bien las cosas, juventudes empáticas, juventudes hartas de las promesas, juventudes innovadoras, juventudes revolucionarias, y juventudes que tienen en la mano el corazón por nuestro México.
Me alegra saber que hay juventudes tan despiertas y capaces que trabajan día a día por México, por mejorar nuestra justicia y por acercar a la población en general al conocimiento de sus derechos, pues ahora estas juventudes están haciendo que la justicia sea para todos sin distinción, y no para un grupo selecto, como lo hacían antes.
Me siento contento de ser joven, y más de pertenecer a este grupo de jóvenes que se preocupa por hacer bien las cosas, por ello siento que el derecho y la impartición de justicia se encuentran en buenas manos, avanzando poco a poco en un camino que se está construyendo por el hartazgo que han dejado las generaciones pasadas.
La juventud va directo hacía una revolución de justicia.
Me gustaría terminar citando una frase que alguna vez escuché
“Los jóvenes son los arquitectos del mundo del mañana”.