La "generación de cristal"
La fallida integración de la "generación de cristal" al mundo laboral
POLÍTICA Y ELECCIONES
Carlos Victoria


Con la constante evolución y expansión del mercado laboral, impulsado principalmente por la globalización y el auge de nuevas tendencias socio económicas que buscan estabilizar las situaciones económicas de diferentes regiones, la generación Z (desde hace ya algunos años) se ha comenzado a incorporar al mundo laboral. Sin embargo, algo que es duramente criticado por generaciones anteriores es su aparente falta de ambición y compromiso con las empresas en las que trabajan, a continuación, se exploran las tendencias y conductas laborales de la mal llamada "Generación de Cristal" en un mundo gobernado por la precariedad laboral.
La generación de los baby boomers se comienza a jubilar (cosa que ellos sí alcanzaron), a la par que la generación z empieza a reemplazarlos en los puestos de trabajo, no obstante, temas como la precariedad laboral, nuevos paradigmas y formas de entender la vida y el trabajo distintas, hacen que esta no sea una transición sencilla.
Para entender los hábitos que esta generación tiene, hay que entender el contexto de la generación, estos adultos jóvenes han visto en sus padres y familiares las consecuencias de la Gran Recesión de 2008 y la Crisis económica en México de 2009 (la peor recesión económica en los últimos 70 años), aunado a esto, como adolescentes vivieron meses encerrados en casa a causa de la pandemia por Covid-19, adaptándose a la comunicación a distancia y escenarios de trabajo y estudios híbridos o remotos con una prioridad clara y evidente: su bienestar.
Además, la Generación Z ha crecido en un entorno donde la tecnología juega un papel central en sus vidas. Han integrado herramientas digitales en su día a día, desde redes sociales hasta plataformas colaborativas de trabajo, lo que les permite abordar proyectos de forma ágil y flexible. Esta familiaridad con la tecnología no solo facilita su adaptabilidad a entornos laborales modernos, sino que también abre nuevas oportunidades, como el emprendimiento digital y la economía freelance. Según un estudio de LinkedIn, más del 70% de los jóvenes de esta generación consideran que las habilidades digitales son esenciales para destacar en el mercado laboral actual.
De acuerdo con expertos de Oliver Wyman Forum, la generación z supondría para el 2030 casi un tercio de la fuerza laboral activa, por ello, tanto las empresas como los reclutadores tendrán que estar a la altura para retener a los jóvenes talentos, ya que la forma en la que se venía trabajando a quedado obsoleta y la generación z lo ha puesto en evidencia.
Es pertinente señalar que, dentro de las posibles y visibles diferencias de hábitos de la generación Z con las demás generaciones, están las laborales, donde, la directora de Comunicación, Estudios y RRII de InfoJobs, Mónica Pérez, "Los jóvenes están adoptando una postura más consciente y activa hacia la precariedad e incertidumbre laboral, buscando nuevas formas de abordar los desafíos a través de la participación en movimientos sociales o la búsqueda de alternativas laborales más estables y seguras". Tiene todo el sentido del mundo recordando que la generación Z es de las más afectadas por la precariedad laboral y el desempleo; de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el comunicado de prensa emitido el 26 de abril de 2024, el grupo de edad de 15 a 24 años en situación de desempleo representan el 33.7% de las y los desempleados totales.
Hay que destacar que las prioridades de esta generación han cambiado, dando mayor peso a la vida personal que a la laboral, a diferencia de otras generaciones que apostaban más por el trabajo.
“Por encima de todo, proteger su vida personal fuera del trabajo, para que sea un espacio vital de calidad (algo así como trabajar para vivir y no vivir para trabajar)”, explica Francisco Torreblanca. Un estilo de vida saludable, sentir bienestar, la flexibilidad en el trabajo y la conciliación son los patrones que mueven a esta generación que huye de estereotipos tradicionales en su vida y en el trabajo.
Así mismo y según el estudio "Generation Z: Shaping the future of consumer trends" de Oliver Wyman, la mitad de los encuestados de la Generación Z afirma recibir tratamiento por ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático, trastorno obsesivo-compulsivo u otros problemas de salud mental. Los expertos indican que algunas de las posibles causas de ello son las consecuencias de la pandemia y el confinamiento, la elevada presión que se imponen a sí mismos, su mayor implicación y activismo en causas medioambientales y sociales (igualdad, diversidad, inclusión…) o sus altas expectativas en múltiples aspectos de la vida, lo que puede dar lugar a decepciones, entre otros motivos. Esto sólo deja claro una cosa: la generación Z le da mayor importancia a la salud mental.
Las generaciones más jóvenes crecieron con la idea heredada de que la titulación garantiza el empleo. Sus experiencias, no obstante, verifican la falsedad de este mito, Tal y como exponen, dado el contexto que les tocó vivir, valoran que es más importante trazar estrategias y tener iniciativas proactivas en el ámbito laboral que tener títulos.
La Generación Z está marcando una diferencia significativa al preferir empleadores que alineen sus valores con los suyos. Empresas como Google, Microsoft y Patagonia han implementado modelos de trabajo flexibles y políticas de sostenibilidad que han atraído a este grupo. Por otro lado, startups en todo el mundo están liderando el camino al ofrecer programas de bienestar mental y opciones de desarrollo profesional personalizados, lo que demuestra que la innovación organizacional es clave para captar el talento joven.
Asimismo, plataformas como LinkedIn y TikTok han sido aprovechadas no solo para buscar trabajo, sino para construir marcas personales y explorar emprendimientos. Este enfoque permite a los jóvenes capitalizar sus habilidades de forma autónoma, desafiando los esquemas tradicionales de empleo y resaltando su capacidad para innovar en diferentes industrias.
El impacto de la Generación Z en el mercado laboral no se limita a sus hábitos actuales. Su visión del trabajo como un medio para equilibrar la vida personal, junto con su énfasis en la salud mental y la sostenibilidad, está transformando las expectativas hacia las empresas. En el futuro, se espera que las organizaciones adopten modelos más flexibles, con horarios personalizados, opciones de trabajo remoto y un enfoque en la diversidad e inclusión para adaptarse a esta generación.
La Generación Z también está redefiniendo el concepto de éxito profesional. Su preferencia por empleos que contribuyan positivamente al mundo ya sea mediante el impacto social o la sostenibilidad ambiental, presionará a las empresas a innovar y alinearse con estos valores. Esto podría generar cambios profundos en sectores como la tecnología, las finanzas y los recursos humanos.
Recapitulando, la Generación Z no solo representa un nuevo capítulo en el mercado laboral, sino que impulsa una transformación hacia un modelo más inclusivo, flexible y centrado en el bienestar humano. Su enfoque en la salud mental, el equilibrio entre vida y trabajo, y su compromiso con causas sociales y ambientales no son meros caprichos generacionales, sino una respuesta a las condiciones y retos globales que han enfrentado.
Para las empresas, el desafío no radica únicamente en adaptar políticas o implementar beneficios modernos; se trata de construir un entorno laboral que valore la humanidad y las diferencias individuales. Ignorar las necesidades y perspectivas de esta generación no solo llevará a una fuga de talento, sino también a la pérdida de relevancia en un mercado cada vez más competitivo.
La Generación Z exige un cambio estructural y cultural que beneficie a todos, no solo a ellos. Reconocer su impacto es abrazar una oportunidad para redefinir el trabajo en el siglo XXI: más humano, más justo y más sostenible para el futuro.