Juventud y política en México
El Poder en Manos de los Mismos de Siempre
POLÍTICA Y ELECCIONES
Miguel Adrián Hernández Rodríguez


"Los jóvenes tienen en sus manos la posibilidad de cambiar el mundo, solo necesitan atreverse a hacerlo."
-Nelson Mandela-
En el teatro de la política mexicana, el poder no se gana, se hereda. Las decisiones que moldean el futuro del país no están en manos de los más preparados, sino de los mejor conectados, de aquellos cuyo apellido resuena en los pasillos del gobierno como un eco interminable de nepotismo. Mientras miles de jóvenes con talento, preparación y visión se enfrentan a un sistema que les cierra las puertas, otros, sin mérito alguno, acceden a los más altos cargos con la facilidad de quien recibe una herencia.
A pesar de que los jóvenes representan una parte fundamental de la población, su participación en la toma de decisiones es mínima y, cuando logran acceder a algún puesto, muchas veces es por compadrazgo o por ser familiares de los políticos en turno (Ortiz Arellano, 2021).
El problema radica en que estos jóvenes "privilegiados" no suelen estar preparados para el cargo que ostentan. En muchos casos, carecen de estudios, experiencia y formación en administración pública o política, lo que resulta en un desempeño deficiente y una gestión llena de errores. Mientras tanto, miles de jóvenes altamente capacitados, con estudios superiores y especializaciones, batallan día a día por encontrar una oportunidad en el sector público o privado, sin lograr un espacio en la estructura política del país.
Este fenómeno contribuye a una crisis de representación y gobernabilidad. Las decisiones siguen siendo tomadas por una élite que se mantiene en el poder a través de lazos familiares o acuerdos entre cúpulas partidistas. Según Nieto (2011), la corrupción y el nepotismo en México han facilitado la socialización de las élites políticas, perpetuando prácticas que limitan la participación de individuos capacitados, pero sin conexiones familiares o políticas.
A nivel global, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha señalado la importancia de asegurar la participación de los jóvenes en la toma de decisiones políticas, ya que representan una proporción significativa de la población mundial. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2013), los jóvenes de entre 15 y 29 años constituyen aproximadamente un quinto de la población mundial, pero su participación en las instituciones políticas formales sigue siendo baja, lo que impacta la calidad de la gobernabilidad democrática. En México, los jóvenes representan el 30.7% de la población total del país, lo que demuestra la necesidad de su inclusión en la política para asegurar un desarrollo equitativo y sostenible (Gobierno de México, 2023).
El acceso a la política debería estar basado en la meritocracia, es decir, en la capacidad, preparación y conocimientos de los individuos, no en su apellido o en sus relaciones personales. Es urgente un cambio en las estructuras de poder para garantizar que los cargos públicos sean ocupados por personas realmente capacitadas. Esto podría lograrse a través de reformas que prioricen la competencia justa, la transparencia en los procesos de selección y la rendición de cuentas. También es necesario fomentar la participación juvenil en la política con mecanismos que permitan a los jóvenes talentosos acceder a espacios de toma de decisiones sin la necesidad de tener "padrinos políticos".
Si México quiere avanzar como un país democrático y justo, debe romper con las prácticas de nepotismo y amiguismo que han perpetuado la exclusión de los jóvenes preparados en la política. Es momento de abrir paso a nuevas generaciones con ideas frescas, con formación y con la capacidad de transformar la realidad del país a través de un gobierno eficiente y honesto. La política no debe ser un club exclusivo para unos cuantos, sino un espacio donde el talento, la preparación y el compromiso con la sociedad sean los principales requisitos para ejercer el poder.
La juventud no es solo el futuro de una nación, sino también su presente. Su participación en la toma de decisiones es fundamental para garantizar un gobierno dinámico, innovador y representativo de las necesidades reales de la sociedad. Los jóvenes aportan nuevas perspectivas, energía y una visión fresca que permite enfrentar los desafíos contemporáneos con soluciones creativas y tecnológicamente avanzadas. En un mundo en constante cambio, donde la digitalización, la crisis climática y las desigualdades sociales requieren respuestas inmediatas, la exclusión de la juventud de los espacios de poder no solo es injusta, sino perjudicial para el desarrollo del país. Garantizar su participación no es un simple gesto de inclusión, sino una estrategia necesaria para construir sociedades más equitativas, democráticas y sostenibles.
Referencias
Gobierno de México. (2023, 14 de febrero). Día Internacional de las Juventudes. Secretaría de Gobernación. https://www.gob.mx/conapo/es/articulos/dia-internacional-de-las-juventudes?idiom=es
Nieto, N. (2011). La socialización de las élites políticas mexicanas a través de la corrupción. Análisis Político, 24(71), 165–181. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=9471606
Ortiz Arellano, E. (2021). Nepotismo y oligarquía: concentración de poder en las gubernaturas estatales en el marco de la transición democrática mexicana y la administración pública. Encrucijada Revista Electrónica del Centro de Estudios en Administración Pública, (39), 1–17. https://revistas.unam.mx/index.php/encrucijada/article/view/79691
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). (2013). Mejorando la participación política de la juventud a lo largo del ciclo electoral.
https://www.undp.org/es/publicaciones/mejorando-la-participacion-politica-de-la-juventud-lo-largo-del- ciclo-electoral