FEMINICIDIOS EN MÉXICO
JUSTICIA EN DEUDA.
ACTIVISMO Y PARTICIPACIÓN
Lesly F. Valencia
"No llego sola, llegamos todas. Con las heroínas que nos dieron patria, nuestras ancestras, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas"
dijo Claudia Sheinbaum al celebrar su triunfo como representante del Poder Ejecutivo de nuestro país.
Si bien durante la jornada electoral, la cuarta transformación hizo alusión al feminismo en cada uno de sus mítines políticos prometiéndole al “pueblo bueno” que este tema es y seguirá siendo prioridad para el gobierno en turno, las cifras no coinciden con este discurso.
En el gobierno del Ex Presidente Andrés Manuel López Obrador superaron los 5 mil feminicidios. Según cifras oficiales, en México cada día asesinan aproximadamente a 10 mujeres al día y solo a dos de ellas se les investiga bajo los protocolos de género, por lo que la cifra real de feminicidios en México podría ser mucho mayor.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los estados en donde se concentra el mayor número de feminicidios cometidos son: Nuevo León, Estado de México, Ciudad de México, Veracruz y Morelos.
De acuerdo al artículo 325 del Código Penal Federal, el delito de feminicidio se comete cuando una mujer es privada de la vida por razones de género, tales como la violencia sexual, incomunicación, antecedentes de relación sentimental, afectiva o de confianza, existencia de amenazas, acoso o lesiones ocasionadas por el agresor hacia la víctima, entre otras.
En febrero de 2020, el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, planteó el desaparecer el tipo penal de feminicidio. Esta ha sido una de las mayores discusiones en relación con el tema, ya que se argumenta que el bien jurídico “vida” se encuentra suficientemente tutelado por el tipo penal de homicidio.
El punto central es que el feminicidio no se limita a proteger la vida de las mujeres, también lo hace respecto a su derecho a ser reconocidas, respetadas y tratadas como personas.
Al asesinar a una mujer por razones de género se le quita su dignidad humana y se le trata como si fuera un objeto. Se considera que su vida es un bien jurídico del que se puede disponer libremente. Lo que se trata de proteger, se insiste, es más amplio que la simple privación de la vida.
El verdadero problema no es si el tipo penal está mal o bien hecho, sino la falta de interés y debida diligencia por parte de la administración en turno. Esto se demuestra con las deficientes políticas públicas, falta de recursos, la insuficiente capacitación en perspectiva de género y la normalización cultural de la violencia contra las mujeres.
En el presupuesto es en donde se reflejan las verdaderas prioridades del gobierno y parece ser que el combate a la violencia contra las mujeres no lo fue para la Cuarta Transformación. El 90% del dinero que se había destinado inicialmente para este fin, se dirigió a programas asistenciales como Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida o la Pensión para Adultos Mayores. Por lo que la famosa austeridad republicana ha sido una de las medidas que más ha afectado a las mujeres de nuestro país.
No olvidemos los reiterados enfrentamientos que Claudia Sheinbaum ha tenido con el movimiento feminista. En las marchas llevadas a cabo en la Ciudad de México, las mujeres han sido reprimidas con la utilización de gas pimienta, encapsuladas y estigmatizadas.
En la Ciudad de México, en 2018 el dato del Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública fue de 47 feminicidios, y en 2023 de 61. Esto arroja un aumento del 29% solo en esta entidad federativa.
El estudio Hallazgos, en el que se evalúa la justicia penal en la Ciudad de México, de la organización México Evalúa, concluyó que ningún feminicidio cometido en 2022 había sido resuelto con sentencia, por lo que el nivel de impunidad ese año fue del 100%.
Por lo que es claro que es un logro histórico para cada uno de los mexicanos que por primera vez una mujer encabece el Poder Ejecutivo en nuestro país. Con ello, se tiene la esperanza de que el discurso de género no solo sea utilizado como estrategia política, sino que verdaderamente se asuma un fuerte compromiso para erradicar la violencia, impactando de manera positiva en la vida de las mujeres, niñas y adolescentes de nuestro país.